Comienza la quinta temporada del menudolava

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LAVA
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Menudolava

La Sala Concha Velasco levanta el telón también para los más inquietos y ávidos espectadores de la casa. Hoy viernes, 13 de noviembre, el LAVA abre el programa infantil y de público familiar con un sorprendente y espectacular “TRIA FATA”, de la compañía francesa La Pendue.

Obras que se alían con multitud de medios de expresión, desde el teatro a los títeres con acrobacia, circo o danza, música en un sinfín de recursos escénicos aptos en su mayoría para públicos de todas las edades.

Estilos como el hip hop se mezclan con acrobacias en Sinestesia, de Iron Skulls. Danza y circo en Estrellados de Fernando Hurtado, y Perdiendo el Tiempo, de Mar Gómez. También habrá baile en Danza para niños kinkis de Proyecto Piloto, y en ¿Cuál es mi nombre? de Da.Te Danza.

Nuevas versiones y lecturas de los clásicos nos acercarán y harán revivir Las maravillosas aventuras de Ulises, de Cándido Teatro,Los viajes de Gulliver, de Escenoteca, o hasta ese gran relato El viejo y el mar, de María Parrato.

No perderemos de vista a El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha, en una lúcida y lúdica puesta en escena de Markeliñe. Como tampoco dejaremos escapar La Habichuela Mágica, de Festuc Teatre. Y muy atentos al rincón de libros y recuerdos de El pequeño Señor Paul.

Y en esta quinta temporada un plato fuerte dentro de menudolava: tres versiones, del admirable y enternecedor Pinocho. Versiones asombrosas, diferentes y poéticas para darnos cuenta de un personaje que aún sigue y continuará fascinándonos, que pondrán en escena La Baldufa, Roseland, y Ultramarinos de Lucas.

Acercándonos al final del trayecto artístico los cuentos y la música en Cuentos Blancos de Calamar Teatro y Respirando Cuentos, del Quinteto Respira y Teloncillo. Sin querer bajar el telón, nos conmoverá ¿Por qué lloras, Marie?, de Marie de Jongh y los Sueños de arena de Ytuquepintas. Muy atentos a Orelles de xocolata-Hoy tocamos rock, de Orella activa, en concierto para toda la familia.

La Pendue | Tria Fata

Al inicio, las marionetas de La Pendue quisieron desarrollar su arte a partir de sus fundamentos, poniendo al día la antigua tradición de Polichinela.  Trabajaron en ello durante tres años en calle, fuera de festivales, en un pequeño teatro de títeres, antes de conseguir despertar ese gran mito dentro de dos creaciones: Le Remède de Polichinelle (La Cura de Polichinela) [versión joven], y además Poli dégaine [versión un poco loca – adulto]. En siete años, fueron invitados a presentar estas dos versiones cerca de ochocientas veces, en Francia y en una treintena de países, entre ellos España (y en Valladolid dentro de la extensión deTitirimundi)) con más de ciento veinte mil espectadores. A través de esa forma original, dinámica, popular y exigente, empezaron con los arcanos de un arte con una riqueza incomparable y frecuentemente insospechada.

Al mismo tiempo, Estelle Charlier y Romuald Collinet pensaban en otras ideas, buscando cómo crear un fenómeno de catarsis tan poderoso y unánime como Poli dégaine, pero en un registro muy diferente, puesto que se trataba, esta vez, de jugar sobre la eficiencia poética y emocional de las imágenes, de la dramaturgia, en una óptica global moderna, y que no dejará al lado a ningún espectador. Con la colaboración del músico Martin Kaspar Läuchli, la dramaturga y directora Pavlina Vimmrová y el autor Romaric Sangars fue creado a principios de 2015 el espectáculo: Tria Fata.

En Tria Fata La Pendue ha estudiado los vínculos ambivalentes que mantiene con su creador-manipulador, la fuerza simbólica que transmite inmediatamente, como su “punto de ingravidez” entre lo inanimado y lo vivo.  Mágico, técnico, poético y burlesco, este espectáculo desea romper con los prejuicios que pueden molestar la sorprendente libertad de la marioneta.

Esta libertad actúa en el ambiente musical creado por Martin Kaspar Läuchli, que hace eco al juego de Estelle Charlier. Si uno de los dos es un hombre orquesta que alterna los instrumentos (clarinete, clarinete-bajo, acordeón, batería, voz), el otro es una mujer que lleva las formas más diversas, jugando, cambiando de máscara – ambos doblan sus propias multiplicidades para ofrecer un verdadero vértigo onírico donde las muñecas, los humanos y los grandes arquetipos se transforman e ínter-actúan para llamar la atención sobre un gran misterio.

Si la muerte es la interlocutora privilegiada de la heroína de Tria Fata, la perspectiva es, no macabra sino burlesca.  Por otro lado, la última Parca representa aquí el último umbral que hay que superar dentro de una narración y de una escenografía que insisten, sobre todo, en la aventura humana como una sucesión de metamorfosis.

Cada una de estas metamorfosis, cada uno de estos rumbos, da lugar a un juego peculiar; se puede tratar de rebanar su vientre con un cuchillo eléctrico para dar a luz, de colgarse con su cordón como un pompón en una atracción, de dejarse llevar a la acrobacia que crea una primera pasión, de ver el envejecimiento llegar como un torbellino de diapositivas…

Así, detrás de estas metamorfosis podemos percibir el mito de las Tres Parcas: Nona, Decima, Morta; la que hace nacer, la que hace vivir y la que mata, cuyos papeles llevados a cabo por la titiritera, desarrollan la vida de una comadrona bajo la mirada de la muerte.

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